Conciencia ambiental cristiana

¿Estamos haciendo la diferencia como cristianos en el cuidado del medio ambiente?

Es sorprendente ver la actitud distante de algunos cristianos hacia temas importantes dentro de la sociedad, uno de ellos es el relacionado al medio ambiente. Tal es el desinterés y dureza de corazón que se ha encasillado este tema como algo secular asociado a las nuevas ideologías de las que supuestamente un cristiano no debería ser parte.

Esto muestra ignorancia y desobediencia del propósito divino designado por Dios en el plano de la creación en Génesis 1:26, la administración y cuidado de su obra. Menospreciar esta responsabilidad denota egoísmo así como argumentos y actitudes en contra del valor de los seres vivos considerándolos ajenos al plan de Dios, mostrando lo que realmente hay en el corazón del cristiano.

Sin embargo es común para el creyente citar el pasaje de 2 Timoteo 3:16-17 «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.» Lamentablemente el cristiano limita el significado de este pasaje al ámbito espiritual cuando en realidad aplica en todos los aspectos de la vida incluyendo lo práctico.

A la luz de la escritura esta practicidad tiene gran relevancia, o que no dice Santiago 4:17 RVC ¿»El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, comete pecado.»? Y si no se cuida esto que ordena Dios en Génesis 1 de enseñorear su creación, lo que contempla el planeta y los seres vivos y no solo la vida espiritual personal, ¿No sería pecar contra Dios mismo?

Este cuidado ordenado por Dios se define bajo el concepto de mayordomía, que a grandes rasgos implica la administración y cuidado de la creación divina más que una posición autoritaria y desinteresada de ella. Ya que la misma Biblia nos indica que Dios cuida a toda su creación. «Él hace que el sol salga tanto para los malos como para los buenos» o «Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan.». Entonces ¿Qué autoridad tiene el hombre para ignorar y destruir la obra de Dios?

Por lo tanto es importante que el creyente acepte la responsabilidad del cuidado ambiental y los seres vivos que cohabiten junto a él. A su vez, reconozca que todo lo hecho por Dios juega un papel importante dentro de su plan y tiene un objetivo conforme a su soberanía. No sé trata de Ecología secular sin sentido, es un mandato dado por Dios. ¡Y si, es bíblico!

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