El cristiano holograma

¿El creyente se dedica a estudiar la Biblia con anhelo o prefiere imaginar que así lo hace?

Al investigar por la red con la intención de encontrar similitudes relacionadas al titulo de este artículo al menos a nivel teológico, me encontré con una respuesta bastante reveladora en un sitio de Diseño Gráfico. Si bien no era tema doctrinal sino publicitario, fue una revelación sorprendente en una frase que encaja perfectamente con el objetivo de este artículo, la frase: «el arte de crear fantasmas».

Te preguntarás ¿Y esto que tiene que ver con Teología? O incluso puede sonar un tanto herético el mencionar fantasmas en temas relacionados al evangelio. Pero como el título menciona «El cristiano holograma» la palabra clave es holograma que si buscamos sinónimos al menos en el plano tecnológico uno de ellos es «fantasma». Por lo tanto la constante que une estos conceptos plasmados en esta introducción, es la tecnología. 

Hologramas

Un holograma lo define la RAE como «Imagen óptica obtenida mediante holografía.» A su vez holográafía la define como «Técnica fotográfica que, mediante iluminación por láser, permite obtener imágenes tridimensionales en color«. A grandes rasgos podemos definir al holograma como «una imagen totalmente óptica y simulada la cual representa a un concepto». Sin duda un concepto totalmente relacionado a temas de innovación tecnológica que hemos podido ver en diversas películas de ciencia ficción como Star Wars. Pero profundizando en este concepto podemos encontrar una relación entre el cristiano y está ilusión óptica. Con esto no es la intención poner en tela de juicio el beneficio de la tecnología al contrario, es una gran bendición el avance tecnológico que hay en la actualidad. Nos facilita la realización de diversas actividades en varias áreas de la vida cotidiana y como creyentes nos ayuda a la difusión de contenido cristiano ya se para la labor evangelística o para la edificación personal. 

Lo malo

El cristiano actual se ha acostumbrado a un fácil acceso a contenido teológico a tan solo un clic de distancia. Dichos mensajes basados la mayoría en la biblia pueden facilitar el entendimiento de diversas enseñanzas que en otras condiciones se nos complicaría aprender. Sin embargo esta cuestión en el aprendizaje bíblico ha servido de pretexto para fomentar la pereza sustituyendo la relación Dios-biblia por el consumo breve y resumido de contenido cristiano como videos cortos, imágenes con versículos, alabanzas, clips de predicaciones o devocionales de unos pocos minutos.

Sin embargo esto no es tan bueno ya que dichos ejemplos son rasgos de un fenómeno que se ha dado en el evangelismo actual. Y al denunciar este hecho se corre el riesgo de recibir comentarios como «ya nos quieren hacer fariseos, legalistas, cuadrados y aburridos» ocultando el miedo que tiene el creyente a estudiar la palabra a profundidad.

Justo aquí está el sesgo entre la bendición tecnológica y el corazón del creyente, una línea delgada la cual por comodidad se cree que si se consume contenido digital con las etiquetas «cristiano o bíblico» es un contenido que me edificará sin necesidad de leer y estudiar la escritura. Cuando la realidad es que la Biblia nos indica el deber constante de estudiar la palabra en 1 Timoteo 4:13 «En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos«.

Una realidad espiritual

Profundizando en esto es ilógico pretender tener un conocimiento, crecimiento espiritual y relación con Dios ajeno a su palabra. La biblia nos habla acerca de esto en Romanos 10:17 «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios«. Por medio de la relación personal y la biblia mediante el Espíritu Santo podremos escuchar la voz de Dios, formándose así nuestra fe. El pretender tener fe ciega sin una interacción bíblica no es fe, es fanatismo ignorante, ya que para tener fe es necesario conocer en este caso a Dios. 

Y con esto no quiero decir que es necesario pruebas para creer en Dios ya que esto es incredulidad, el objetivo es resaltar que el conocimiento de Dios es clave para poder tener fe o acaso ¿se puede tener fe y confianza en alguien que no se conoce? Y claro podrá haber argumentos en contra mencionando la antigua transmisión bíblica oral tanto del antiguo testamento como a comienzos del nuevo, pero de igual manera el contexto marca la diferencia y realidad.

Recordemos que en la antigüedad no existían los libros lo cual la transmisión oral era la única forma de transmitir las enseñanzas de Dios. Personas con mayores recursos podían tener acceso a la lectura y escritura en tablillas o rollos pero esto fue un proceso evolutivo conforme a los recursos disponibles de cada época. Y en este contexto si ahora se cuenta con una biblia, se sabe leer y existen recursos adicionales que permiten un óptimo estudio bíblico ¿Cuál es el pretexto?

Por ello es importante escudriñar nuestro corazón y saber que tanta importancia le damos a nuestra relación bíblica para conocer a nuestro Padre celestial, ya que una falta de esta acción muestra una triste naturaleza del corazón del creyente mostrando soberbia e ignorancia al pretender saber e incluso juzgar de manera exhaustiva cuando solo repetimos argumentos sin conocer su verdadero significado o contexto. Es lo mínimo que podemos hacer para conocer al que por amor nos da vida y sustenta ¿no crees?

¿Recuerdas que al principio mencionamos los fantasmas? Ahora bien sería bueno preguntarnos ¿Mi estudio bíblico, mi relación para saber y conocer más de Dios es real o solo es un holograma? O ¿Acaso solo estamos creando fantasmas o ilusiones ópticas de estudios que no existen?

Selah.

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